Pedro Cahn, el hombre que nos explicó el sida

En 35 años, el mŽdico infectólogo se convirtió en el referente sobre sida. Cómo logró vencer a los prejuicios y sacar de la marginalidad una enfermedad de la que poco se sabía

El hombre, que había enfermado gravemente en Miami, regresó a Buenos Aires a morir. Era dentista y su caso, raro, había llegado a la Academia Nacional de Medicina. Los mŽdicos no le encontraban respuesta a su cuadro de inmunodeficiencia; no podía explicarse por leucemia, por linfoma ni por quimioterapia. Lo derivaron al infectólogo que estaba a cuatro cuadras, en la calle Cerviño, en el hospital Fernández. En su primera consulta, le contó que era gay; al poco tiempo falleció. Cuatro meses más tarde otro paciente llegó con un cuadro similar. Era bailarín del teatro Colón, había vivido un tiempo en Brasil y era gay. Era 1982 y Pedro Cahn comenzaba, sin saberlo, a especializarse en sida.

Onusida, la agencia de las Naciones Unidas, asegura que la epidemia se podrá controlar sólo en 2030. Se basa en la estrategia 90-90-90, del doctor argentino Julio Montaner, director del Centro de Excelencia de la Columbia Británica para el VIH/sida, en Canadá. El objetivo es que el 90% de quienes tienen VIH sepan su diagnóstico, que el 90% de ellos accedan a tratamiento y que de los que se traten, por lo menos el 90% logre carga viral indetectable. Montaner consiguió cortar drásticamente la transmisión del VIH ampliando el testeo del virus y asegurando el acceso temprano y gratuito a la medicación.

“La estrategia de tratamiento como prevención es muy importante. Es la meta a lograr. Porque uses o no uses forro, si tenŽs carga viral indetectable, tus posibilidades de transmitir a terceros es mínima”, explica Cahn.

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